Bebidas calientes
Vino caliente.
En un cazo se ponen ciento veinticinco gramos de azúcar, una cáscara de limón, una barra de canela y una taza de agua; se acerca al fuego y se calienta hasta el hervor para que se disuelva el azúcar. Se añade una botella de vino blanco o tinto, se deja calentar y se sirve en copas de metal.