Aves y caza
Faisan asado con salsa de pan.
El faisán para que esté tierno ha de ser muerto de varios días. En invierno hará falta más tiempo y en verano menos, pero nunca será menos de tres días, pues resultaría duro e insípido.
Se colocará al aire libre colgado por las palas, cuidando de que esté resguardado de la lluvia.
Una vez desplumado se destripa y se pasa por llama de alcohol, se limpia con un trapo y se introduce una cucharada de manteca de cerdo en el interior.
Se arma como un pollo y se envuelve en una hoja fina de tocino o telilla de cerdo y por último en una hoja de papel blanco engrasado con manteca, se pone sobre una parrilla y ésta sobre la tartera y se mete en el horno con calor moderado.
Se deja asar calculando cuarenta y cinco minutos por kilo de peso, dándole vueltas de cuando en cuando. Unos minutos antes de terminar su cocción se quita el tocino y se deja que tome color dorado (si es telilla de cerdo se deja).
Al sacarlo del horno se pincha para comprobar si está bien hecho; si no estuviera en su punto habrá que dejarlo un rato más en el horno; se trincha como un pollo y se presenta en una fuente adornada con berros y la salsa de pan en una salsera.